jueves, 31 de marzo de 2011

BIOGRAFÍA: PILAR BUSTOS


Pilar Bustos, Quito, 1945
Dibujante y muralista
Estudios: Escuela de Artes de Cubanacan-Cuba.
Premios: 1965 Premio Adquisición y Premio Ingreso a la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
1966 Primer Premio, realización Mural, Ciudad Sandino, Cuba.
1967 Segundo Premio, Mural Parque Universitario, La Habana.
1980 Mención Concurso Internacional de Dibujo y Poesía sobre la Danza, Universidad Autónoma, México.


Ella es un lienzo desbordado de historia. En la decada de los sesenta fue testigo de los primeros albores de la revolución Cubana y en los setenta de la caida del chileno Salvador Allende. De regreso a aQuito, dibujó blue jeans para una agencia publicitaria. Fue por sobrevivencia, pero tambien por catarsis. Quería olvidar el latigo de la dictadura militar. Pasaron ocho años para que Pilar se reconciliara con susu pinceles y rapidógrafos.





Como trazando la línea delgada de un cielo donde está su padre a quien nunca conoció, por su temprana orfandad, Pilar Bustos se estremece en esa mitad de lápiz y de carboncillo para desnudar el dibujo y sus silencios.
Ecuatoriana, matriz, en ese encuentro con sus manos que se hacen fecundidad expresiva, emitiendo del misterio del color la profundidad anímica y del alma.




La piel y un fondo blanco

Es su aventura sobre la simple hoja o lienzo, en tanto desde Cuba su Escuela de Artes de Cubacanan, en 1965, le sigue facturando el recuerdo y sus evocaciones que constituyen escenas prístinas de sus caballos en abigarrada libertad, sus levísimas y cortadas líneas y solo la sombra de la imaginación se va fragmentando en el cuadro.
El desnudo es una línea como si la piel solamente fuera un fondo blanco, una mancha intocada, sensual en un juego mórbido, en una relación de gestos y movimientos aéreos.
Líneas del cuerpo, elementales, apenas frontera entre el dibujo y la forma austera y expresiva, Pilar Bustos se muraliza en los rostros sin ojos, algo perceptibles en la pedigüeña mano, en las reminiscencias que hacen que la artista conquiste sus vuelos sin sombra de sus líneas.




Secretos etéreos

Solo la luz blanca, adormecida en los cuerpos desnudos, que a veces se quiebran y se incompletan, hace que el abrazo sea entre líneas.
Y están los secretos etéreos. ¿Desde qué romántico acomodo de pincel y lápiz, Pilar Bustos hizo el ademán de posturas amatorias en un sinónimo de creación?
El galeote de su imaginación le navegó a delimitar lo sugestivo en esa economía de puntos donde el hombre es la transfiguración a algo que es inevitable: una línea de polvo que sale de los huesos que esperan otra vez enlazar la línea de la vida, en una clausura de soplo, sí, pero en la obviedad de magnificar su grandeza terrena.


La línea de la vida

   

El ser conmovido, anónimo, renacido, gestado en el trazo de Pilar Bustos, es la síntesis del vértigo: caemos cada día cuando trazamos la línea de la vida.


                                                                 


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